Cleofe Teresa Poiana de Rossi, más conocida como "la Nonna Cleo" o simplemente "Cleo", nacida el 13 de julio de 1928 en Ziracco, Comuna de Remanzacco, de la Provincia de Údine, en la Región del Friuli-Venecia Giulia, en Italia.

Segunda de  tres hermanos, su vida desde pequeña debió forjarse en el sufrimiento, huérfana de madre a los 4 años debió ser criada por una tía en un pueblo cercano llamado Grions del Torre, ya que su padre debió emigrar a África para poder afrontar los gastos que le demandó la atención a su esposa, falleciendo cuando Cleo contaba con solo 9 años de edad.

Debido a que su padre no saldó la deuda el gobierno fascista de entonces le remató la casa natal quedándose desde muy pequeña sin nada material Sin embargo frente a esa adversidad y con el alto espíritu religioso trabajó en los quehaceres domésticos y en la atención de la Hostería de su tía, donde desarrolló su aptitud a la cocina.

Padeció la segunda guerra mundial bajo las armas nazis que ocuparon el norte de Italia. Ya mayor edad se puso de novia con Gelindo Rossi, quien a los pocos días partió hacia la Argentina en busca de un destino mejor, quedando la joven novia en Italia. Durante tres años la comunicación fue a través de cartas que viajaban por barco y tardaban más de un mes en llegar.

Así hasta que en una de ellas Gelindo le propuso matrimonio y confirmaron el matrimonio a través de un poder, ya que estando su marido en Argentina ella se casó en Italia, viajando al poco tiempo a la Argentina en que arribó en marzo de 1952, donde pasó su luna de miel en la escuela de la Aldea Escolar, que su marido Gelindo Rossi estaba construyendo, para luego asentarse en diversos lugares donde su esposo trabajaba, así fueron a Cholila, donde nació en 1953 su primera hija, Marina, luego en la estancia Pampa Chica, donde nació su segunda hija Gladys Carla, para luego asentarse definitivamente en Esquel. Donde ella comenzó ya a abrir un hospedaje y ofrecer diversas especialidades de la comida italiana. ¿Quién no recuerda esas pastas de ravioles, añolotis, capeletis o la carne de peceto mechado cocinado en su salsa, o la polenta con conejo?, todas hecho con una gran devoción.

Siempre recordó su raíces friulanas y con gran dedicación puso sus esfuerzos para colaborar en la construcción de la Sociedad italiana de Esquel, aportando su arte culinario para organizar ferias de platos y cenas de camaradería. Y compartió su amor a la cocina, con jóvenes que por décadas participaron  en las actividades culturales del Fogolar Furlan de Esquel, juntando los fondos para trajes y viajes por toda la Argentina.

Supo afrontar la desaparición de su marido en 2006, y con una gran alcurnia  hoy continúa caminando las calles de su querida Esquel, para hacer sus compras diarias, o ir a la diversas oficinas a pagar sus impuestos y servicios, o simplemente a visitar a los amigos o concurrir a la parroquia a agradecerle a Dios todas las gracias recibidas.

Siempre con alegría recibiendo en su casa a los amigos que la visitan para ofrecerle un rico café italiano con "sñape" (con grappa).

Ella es "La Nonna Cleo", ya alcanzando sus 90 años y con sus casi 66 años de residencia en Esquel se ha ganado el reconocimiento y el aprecio de la comunidad.