El lunes 4 de diciembre se cumplen 15 años de la masiva movilización que marcó un antes y un después en la historia de Esquel. En esta fecha, tres mil vecinos se movilizaron y proclamaron en contra de la minería, sentando un precedente en toda la región y el país.

"La montaña está intacta gracias a su gente", reafirma Marta Sahores, asambleísta del NO A LA MINA.

Con motivo de un nuevo aniversario de aquella marcha histórica, invitan a toda la comunidad a sumarse a una nueva marcha y al festival que se realizará en la Plaza San Martín, el mismo lunes a partir de las 16 hs.

"Hay fiesta de quince -celebra Sahores- por todo lo que trabajamos. La lucha siguió y sigue hoy en día. El no a la mina se potencia mucho más en este momento".

MIRÁ SUS DECLARACIONES

LA HISTORIA

En 2002 los habitantes de Esquel  se enteraron del proyecto de  extracción de oro con el uso de cianuro en el cerro 21 del Cordón Esquel, distante de la ciudad menos de 7 km en línea recta.

La empresa interesada en la explotación (denominada en lo sucesivo Proyecto Esquel) era Minera El Desquite SA, subsidiaria de la empresa canadiense-estadounidense Meridian Gold Corporation, con sede central en Reno (Nevada, EEUU) y actividades en ese país, Canadá y otros.

Esquel es un importante centro turístico provincial próximo al Parque Nacional Los Alerces, hoy Patrimonio Turístico Mundial, declarado por la UNESCO. En el lugar  se encuentra uno de los pocos bosques milenarios de alerces de Argentina, especie que está en peligro de extinción.

Durante la gestión del gobernador José Luis Lizurume, funcionarios del Poder Ejecutivo de Chubut anunciaron que el 4 de diciembre de 2002 se haría una audiencia pública no vinculante  para presentar el informe de impacto ambiental del Proyecto Esquel.

Un grupo de pobladores —que luego se identificaría a sí mismo como Vecinos Autoconvocados de Esquel— se organizó con la modalidad de asamblea de reunión periódica o cuando las circunstancias lo hicieran necesario.

El grupo —entre los que se contaban numerosos profesionales, docentes y estudiantes de la sede local de la Universidad Nacional de la Patagonia- promovió la movilización del resto de la comunidad mediante manifestaciones públicas, reparto de folletería y cadenas de e-mails.

La masividad de la protesta de aquel 4 de diciembre representó un punto de partida para que mensualmente se repitieran las marchas y asambleas, sin interrupciones, como reafirmación de la voluntad de impedir cualquier actividad extractiva que pudiera afectar significativamente su patrimonio natural.

Luego de numerosas actividades los vecinos consiguieron que el Concejo Deliberante de Esquel convocara, para el 23 de marzo de 2003, a un plebiscito sobre la aceptación o rechazo de las actividades mineras en la zona, aunque con carácter no vinculante. Como el 81% de los votantes se pronunciaron en contra de la gran minería y el uso de cianuro, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza N° 33/2003 que declaró a Esquel municipio no tóxico y ambientalmente sustentable.