Vitel toné, torre de panqueques, pionono, huevos rellenos, ensalada rusa...adivinaste dónde puede estar el factor común? A los dos días de seguir comiendo las sobras de las fiestas suele aparecer el famoso "relajo", una pesadez que nos persigue por tiempo incierto.

Más allá del primer y contundente motivo, que tiene que ver con la cantidad que comemos durante las fiestas, hay una segunda razón para ese malestar, que está relacionada con el exceso de mayonesa, también de crema o queso crema, todos ingredientes que no necesariamente son "malos" pero sí dan gran sensación de saciedad y pueden causar problemas intestinales cuando se ingieren en cantidad desmedida.

La mayonesa, seguida de la mostaza o el ketchup, se transforman en el principal relleno que añadimos a toditas y cada una de las recetas de las fiestas. De ahí que lo que debería ser un complemento, un compañero en un costado de nuestro plato, se transforma en su sabor principal y termina unificando el gusto.

El aderezo por excelencia de los argentinos es la mayonesa, pero sólo en las fiestas se exacerba. Según un estudio de Kantar Worldpannel en 2016, especialistas en comportamiento del consumidor a través de paneles de consumo, después de Chile, somos el país que más consume este aderezo en América Latina, con 1.7 kilos por año por persona.

Principalmente la mayonesa contiene huevo y aceite, y acompaña las preparaciones más clásicas de la mesa argentina. Las posiciones de los nutricionistas en relación a su contenido graso son dispares. El problema radica en el exceso.

La opción más válida es dejar la mayonesa afuera del relleno, o ponerla mínimamente para unificar los ingredientes; para que se sirva "a gusto" del consumidor dentro de un bol en la mesa. Con esa democratización ya avanzamos un paso gigante. A lo mejor, con apenas un chorrito de limón, aceite de oliva o apelando a la creatividad para condimentar buscando otras opciones en especias o hierbas, logramos recetas más livianas.

Por lo demás, si dejamos que los ingredientes del tradicional pionono o la torre de panqueques que dependiendo el gusto pueden llegar hasta seis o siete, afloren con todo su sabor, aroma o textura, seguramente encontraremos que más magros son igualmente exquisitos y caen mejor.

¿Probamos?