Mailén Valle perdió a su papá y a sus dos hermanas producto del brote de Hantavirus en Epuyén. Lleva treinta días de aislamiento en Lago Puelo junto a su pareja y sus dos hijos de un año y de diez: "Si se hubiesen tomado las precauciones desde el principio, mis hermanas estarían vivas", se lamenta en un testimonio brindado a FM SOL.

En este momento su mamá está en aislamiento y su hermano pudo superar el duro trance. Todo comenzó con el contagio de su papá en la fiesta en donde comenzó el brote en noviembre y desde allí a medida que se iban asistiendo se fueron contagiando: "Nosotros usábamos alcohol en gel pero no los barbijos", contó.

Con mucho dolor por la pérdida de gran parte de su familia, contó los detalles de lo que es estar aislado: "Nosotros estamos con barbijos, no podemos compartir ni el mate y nos vienen a visitar los agentes sanitarios constantemente", expresó y aclaró: "A pesar de no poder estar con el resto de mi familia que está aislada en otras cuatro casas, entendemos la situación y respetamos el aislamiento, hay que ser responsables".

También detalló que su hermana Jessica, uno de los últimos casos fatales, era sostén de familia: "Nosotros no tenemos asistencia económica pero nos preocupa mi cuñado que está desempleado y tiene que cumplir el aislamiento", además del dolor de sus hijos por haber perdido a su mamá.

A Mailén le ofrecieron asistencia psicológica y no sabe cuánto tiempo más tendrá de aislamiento porque también cuidó de su hermano cuando tenía fiebre y el período de ventana es de 40 días.

"Nosotros respetamos el aislamiento porque perdimos a nuestra familia, que no va a volver. Queremos ser responsables y cuidarnos a nosotros y a los demás".

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