Tres aviones y dos helicópteros se suman a la lucha contra el fuego
El fuego no da tregua en El Bolsón y, para este domingo está previsto continuar con las evacuaciones. Se suman medios al operativo aéreo, pero advierten sobre condiciones adversas debido a la presencia del viento.
Las llamas avanzan sin control en la zona de Confluencia y costa del Río Azul, desde Wharton hacia el noreste, donde la lucha contra el fuego se ha vuelto cada vez más difícil, pero no cesa.
Brigadistas y bomberos llevan días enfrentando un incendio voraz que ya arrasó con cientos de hectáreas de bosque nativo y que puso en riesgo a pobladores, turistas y trabajadores de la zona. La complejidad del terreno, sumada a las condiciones climáticas adversas, dificultan la tarea de controlarlo.
Ante la peligrosidad del avance del fuego, este domingo 2 de febrero se sumarán al operativo tres aviones hidrantes y dos helicópteros. También se trabaja en la evacuación de unas 34 personas que permanecían en la montaña y que serán asistidas para salir a través de Lago Escondido.
Las autoridades han cerrado todos los caminos del sector y solo permiten el acceso a vehículos oficiales o con equipamiento adecuado para la lucha contra el fuego. “Es fundamental respetar los controles para garantizar la seguridad de todos y no entorpecer el trabajo de los brigadistas”, señalaron desde el operativo de emergencia.
Un llamado a la prevención
Las causas del incendio aún no fueron determinadas oficialmente, pero en la región los fuegos forestales se han vuelto recurrentes en los últimos años, muchas veces por causas humanas. El cambio climático y la falta de políticas efectivas de prevención agravan un problema que cada verano arrasa con miles de hectáreas. Sumado a ello, la inexplicable intencionalidad que ronda en el origen de estos siniestros.
Las autoridades insisten en la importancia de evitar cualquier actividad que pueda generar chispas o llamaradas en zonas de riesgo. "Cada minuto cuenta y cada foco nuevo es un golpe más contra un ecosistema que tarda décadas en recuperarse", advierten.
Mientras el fuego sigue su curso y los equipos de emergencia trabajan sin descanso, El Bolsón mira al cielo esperando que la lluvia traiga el alivio que tanto necesita.