Tamara es una vecina de Esquel que vive en el barrio Badén. Tiene discapacidad y contó que le resulta muy difícil conseguir un transporte que la lleve a sus diferentes actividades. 

En el día internacional de las personas con discapacidad, que se conmemora cada 3 de diciembre, queda claro que todavía faltan cosas por trabajar con el objetivo de lograr la inclusión. 

Tamara explicó que “hay una remisería adaptada pero para nosotros no está funcionando, no llegan a mi barrio, dicen que la silla no entra en el baúl”. “La remisería Nevada tiene un auto adaptado pero hay que llamarlos con 15 días de anticipación para que te guarden un viaje”, agregó.

Sostuvo que cada trayecto le lleva una hora para ir a su terapia ocupacional, kinesiología y psicología. También realiza actividades recreativas como danza y teatro.

“No da para festejar, se sufre día a día, hay muchas cosas que nos faltan para trabajar aun”, remarcó Tamara sobre la fecha que se conmemora este sábado 3 de diciembre. 

Dejó en claro que más alllá de su condición, busca tener una vida independiente, con la ayuda de su cuidador y de su familia.