El 19 de junio de 1982, a bordo del transatlántico británico Canberra, más de 4 mil soldados argentinos que habían peleado en la guerra de Malvinas regresaron al continente. El día pasó a la historia por la conmovedora bienvenida de los madrynenses a pesar del intento de ocultamiento y la imposición de silencio por parte del gobierno de facto encabezado por Leopoldo Galtieri. Fue "el día que Madryn se quedó sin pan".

Luego de 74 días de conflicto bélico y presentada la rendición el 14 de junio de 1982, los combatientes argentinos debieron emprender el regreso al país: comenzaron a hacer largas filas en la zona de embarque de Puerto Argentino, fueron requisados y subidos de a grupos en lanchas que trasladarían a la mayor parte de ellos hasta el buque Canberra.

Foto Mabel Outeda (Télam)

El Canberra llegó al Muelle Almirante Storni de Puerto Madryn a la mañana del sábado 19 de junio. No había existido ningún aviso a la población, que al ver el gran operativo desplegado en toda la zona en un radio de tres kilómetros no tardó en averiguar que volvían "los muchachos de Malvinas". Rápido se extendió la noticia entre los vecinos, que de manera espontánea les dieron un gran recibimiento. 

El excombatiente Juan Carlos Sosa lo recordó en declaraciones a Télam: "La gente corría a la par de los camiones y colectivos, aplaudían, gritaban, nos daban aliento, fuerza, nos traían pan de a montones que con el hambre que teníamos lo agarrábamos asomando la mitad del cuerpo afuera". Los soldados levantaron las cortinas de los camiones unimog del Ejército para recibir el afecto del pueblo madrynense y a cambio arrojaban sus rosarios, estampitas, cascos y mantas en señal de gratitud.

Gran parte de los soldados que arribaron a Madryn ese día fueron llevados a la exBarraca Lahusen donde pasarían unas horas para luego ser trasladados al aeropuerto de Trelew y a otras unidades militares aledañas para emprender el regreso a sus hogares.