Por Milagros Nores

Antes de la cuarentena por coronavirus, Chubut ya tenía un horizonte económico muy crítico agravado por una profunda tensión social. Ahora la recesión es a escala global y la incertidumbre se profundiza para los habitantes de la provincia.

EQS Notas dialogó #EnExclusiva con el economista y abogado chubutense Facundo Ball, hoy Director del departamento de economía de la FCE-UNPSJB.

-¿Cómo se analiza la caída del precio del petróleo en la economía provincial? 

-La caída internacional del precio no tiene impacto solo en la caída de las regalías, sino en la economía real de la provincia.

-¿Hay un piso en el precio del petróleo para alarmarse?

-Por debajo de los U$S 25, que es un valor cercano al que está ahora, genera no solo problemas de ingresos por regalías sino de sostenibilidad de la deuda provincial. Hasta hace muy poco atrás la deuda pública era sostenible. Porque los vencimientos representaban 1/3 del total de regalías. Hoy con este precio, si se sostiene, va a afectar la posibilidad de repago. Este año son 125 millones de dólares solamente el vencimiento de los títulos en dólares de la deuda. Pero el año que viene comienza el vencimiento de las cuotas de amortización del BOCADE, el bono grande. Con un precio internacional por debajo de los 25 dólares, la recaudación no alcanzaría para pagar esos vencimientos. Algo que hasta hace poco parecía imposible, hablar de insostenibilidad de la deuda. Este es el primer gran problema.

-¿Cómo se lee el impacto del petróleo en las otras actividades económicas provinciales?  

-Ese es el otro gran tema, la economía real. La actividad económica general se resiente con los efectos que transmite el petróleo. Aproximadamente un 40% del producto bruto de la provincia lo explica la actividad petrolera, pero eso se transmite transversalmente al resto de los sectores de la economía. Y en ese sentido el petróleo tiene efectos en 2/3 de la economía de la provincia. Lo malo para la provincia es que -aproximadamente- el 70% de las inversiones siempre son del sector petrolero. Con lo cual si se reducen a casi cero, bajan las exportaciones de productos derivados de petróleo. Las proyecciones de las petroleras indican que continuarán reduciendo su producción en los próximos cuatro años. Ni siquiera podemos pensar que el fuerte seguirá siendo el petróleo. Si sigue reduciéndose la producción en forma tan brusca lo que va a generar es la caída en inversiones y esto impacta en otros sectores relacionados que dejan de ser rentables. Esos proyectos no es que se recuperan en dos o tres meses, tal vez ya no se realizan.

-Frente a este escenario, ¿cómo evaluás la salida de la cuarentena y qué debería hacer el gobierno provincial?

-En principio, impacta en los cuentapropistas que en la población económica activa representan un 20%. Y por supuesto en los no asalariados. Ellos van a sufrir los efectos más graves. Por ejemplo en Trelew, Rawson y Comodoro tenés cerca de 30 mil cuentapropistas. El aislamiento impacta en ellos en primera medida. Tienen frenada su generación de ingreso. Sectores varios, como servicios, turismo, transporte, comercio, construcción, etc. En cuanto al gobierno provincial, ya no tiene instrumentos propios para aplicar. Por ejemplo, no debería reducir impuestos porque sus ingresos son cada vez más escasos y no puede seguir aumentando su costo fiscal. La salida sería reducir el gasto público, pero en este contexto de emergencia no es viable. La ayuda surge de Nación, pero la recesión es global.

-¿Hay un plan económico concreto del gobierno provincial para salir de la crisis, más allá del coronavirus?

-Yo creo que el sector público hoy solo está pensando en la coyuntura. Pero el horizonte es complicado. No puede colocar deuda. Ya no tiene más margen de pedir prestado. Lo que le queda solamente es presentar un plan de largo plazo y que la Nación le crea. La provincia esperaba un salvataje financiero antes de la pandemia. Pero no tienen un plan económico que muestre una senda de equilibrio fiscal. No han convencido al gobierno. Si lo logran, una vez que pase todo esto podrán apuntar a un plan de ayuda financiera consistente.

-¿Se está pensando seriamente en alternativas productivas al petróleo a mediano y largo plazo?

-Los Estados no pueden definir desde un escritorio cuáles son los negocios o actividades que deben realizar los privados. Uno puede detectar que una posibilidad son las energías eólicas, por ejemplo. Pero lo que tiene que hacer el Estado es generar un contexto que haga atractivas las inversiones en el territorio. Reducción de impuestos. Ser más amigable y atractivo que otras regiones. Es el mercado el que va encontrando los nichos de negocio. No son ni el ministro de economía, ni el de producción ni nadie los más efectivos para decir "hay que invertir por acá". Solo deben generar el contexto, para que los emprendedores definan las actividades. Claro que nunca alguien va a invertir en un contexto de presión tributaria. No es primero cobrándoles los fuertes impuestos y después buscando herramientas como otorgamiento de créditos a tasa baja, sino que la lógica va al revés.

Facundo Ball también tiene un blog de economía: economiadelchubut.wordpress.com