El intendente de Esquel Sergio Ongarato votó esta mañana y dijo que es un motivo de alegría porque “hace 40 años los argentinos podemos dirimir nuestros desacuerdos, en cuanto a propuestas políticas, a través del voto”. 

Al ser consultado por la polémica que se generó en el radicalismo, que derivó en la interna, señaló que “la historia del radicalismo es de permanentes quiebres. Es otro proceso más donde no logramos ponernos de acuerdo internamente y llegamos a instancias donde aparecen estas fracturas”. 

En ese sentido, consideró que deben tener “las mejores estrategias para ganar las elecciones y llegar al gobierno. Es saber imponer las ideas por la vía del dialogo y no por rupturas o posturas rígidas”. 

Por otro lado, en cuanto a su último año de gestión, señaló que siente “cierta tranquilidad porque creo que pudimos hacer muchas cosas de las que nos habíamos propuesto. Otras quedan en el tintero”. 

El mandatario mencionó que “los ocho años en el ejecutivo han sido complejos, pero más que nada estos últimos cuatro -pandemia mediante, inflación- que nos complica permanentemente". Agregó que, sin embargo, “la municipalidad está funcionando, podemos dar bastantes respuestas y otras, que son de alto costo, no las podemos hacer”.