En una convocatoria improvisada, el movimiento No a la Mina marchó por la ciudad para cumplir con la tradición de todos los 4, aunque en el marco de la pandemia.

Los vecinos se acercaron con barbijos, manteniendo distancia y escoltados por autos que también respetaron las medidas preventivas con no más de dos pasajeros por vehículo.

Comerciantes de la ciudad se sumaron a la marcha, planteando la dificultad económica que atraviesa en sector. "Ahora sí necesitamos un subsidio, no un préstamo. La gente está cerrando los comercios y va a seguir pasando", expresó la dueña de una casa de comidas.

"Una sumatoria de motivos que exceden por mucho lo que habitualmente nos convoca. La cantidad de vecinos impedidos de trabajar con la cuarentena exagerada es una forma más de buscar la asfixia de nuestro pueblo para pretender presentar la megaminería como la única salida", expresó otro de los referentes del movimiento.

No ajenos a la situación de crisis, desde el No a la Mina invitaron a comerciantes a leer el documento que acompañó la movilización. Allí se solidarizaron con los trabajadores públicos que tienen atrasados sus salarios

Advirtieron que "están esperando el momento oportuno para que aparezca el primer caso positivo de Coronavirus en Esquel. Aún no se permitió nada y ya nos están avisando que podemos estar guardados nuevamente".

Hacia el final de la lectura, la policía intentó acercarse y hubo reacciones. #Mira