El ex presidente y actual senador Carlos Saúl Menem falleció este domingo a los 90 años en el sanatorio Los Arcos, de la ciudad de Buenos Aires, donde había ingresado hace varios días por una infección urinaria.

Menem nació en Anillaco, La Rioja, el 2 de julio de 1930. Estudió abogacía en Córdoba (1949-1955) y desplegó desde muy joven una carrera política en el peronismo de su provincia. Llegó a presidirlo en 1963. La proscripción del justicialismo le impidió competir por cargos electivos en esa década. En 1973 ganó las elecciones locales y se convirtió en gobernador, cargo del que fue removido por la dictadura en 1976. Estuvo detenido buena parte de ese período.

En 1983 recuperó con una amplia mayoría de votos la gobernación de La Rioja y empezó a construir una carrera de dirigente nacional, apegado a una imagen de caudillo tradicional -sus largas patillas como símbolo- tamizada por su vinculación apasionada con el mundo de la farándula.

Derrotó a Antonio Cafiero en 1988 en la única elección interna del peronismo para definir un candidato presidencial. Al año siguiente fue elegido presidente frente al radical Eduardo Angeloz, con el 48% de los votos. Asumió de forma anticipada el 8 de julio, en medio de una gravísima situación económica y social. Después de casi dos años caóticos de hiperinflación y desequilibrios, lanzó de la mano de Domingo Cavallo el plan de convertibilidad que signaría su gestión, uno de los períodos de mayor estabilidad de precios en la historia del país.

Cumplió 10 años y medio de gobierno continuado. A su salida, en diciembre de 1999, la economía sufría una recesión, con efectos en el empleo y la pobreza, que anticipaba el drama de 2001. Pero pudo entregarle la banda presidencial a Fernando de la Rúa con la paridad peso-dólar intacta.

Su último intento de llegar al gobierno fue en 2003. Con el peronismo dividido, quedó en primer lugar en las elecciones del 27 de abril (24,4%), pero decidió no competir en el ballottage contra Néstor Kirchner, consciente de que le resultaría imposible alcanzar la mitad más uno de los votos.

En 2005 llegó al Senado y, salvo un frustrado intento por volver a ser gobernador de La Rioja, en 2007, su ambición política se fue apagando. Poco a poco djó de ser el enemigo público del kirchnerismo, al punto de convertirse primero en un aliado inconfesable para el gobierno de Cristina Kirchner en el Senado y después, en los meses finales, en un miembro oficial al Frente de Todos.

Fuente: La Nación