El 2 de abril Argentina desembarcaba en las Islas Malvinas para "recuperar la soberanía", o al menos así lo dictaban los medios de comunicación en un intento de mantener a flote una de las épocas más sangrientas de la historia argentina.

La guerra de Malvinas tenes a otro propósito. Fue un intento de sostener la dictadura cívico militar,  promoviendo un sentimiento que uniera a los argentinos: el nacionalismo.

Las medidas económicas ortodoxas que apuntaron a la disminución del gasto público, privatización de bienes del Estado, congelamiento de salarios y otras acciones, llevaron a una profunda crisis económica que motivó el descontento popular y terminó en la marcha "Paz, Pan y Trabajo". Era evidente el desgaste de la Junta Militar.

La declaración de la guerra implicaba remover un reclamo histórico del país, que por diversas razones pide se reconozca a las Islas Malvinas como argentinas. Incluso para la ONU la zona es considerada en litigio.

A cargo de la presidencia estaba el General Leopoldo Galtieri, quien con su "les daremos batalla", mantuvo un discurso optimista para intentar ensalzar a los argentinos, que no supieron del desarrollo del conflicto sino a través de los partes enviados por la Junta Militar a los medios de comunicación. "Vamos ganando" o títulos similares mantuvieron en secreto el desarrollo del conflicto bélico para sostener la adhesión popular.

La sociedad organizó colectas y donaciones importantísimas, que después se supo que nunca llegaron a destino. La solidaridad del pueblo argentino es parte de las imágenes que dejó el conflicto bélico.

Varias fueron las hazañas de los soldados apenas entrenados, con pocos recursos y la mayoría muy jóvenes contra todo un aparato militar de los británicos apoyados por las potencias mundiales. De los 649 argentinos que murieron en combate, 323 estaban en el ARA General Belgrano que fue hundido el 2 de mayo de 1982. Muchos ex combatientes murieron posteriormente por las heridas o por las consecuencias anímicas y psicológicas que les generó la guerra y la situación de precariedad absoluta con la que fueron enviados a pelear.

En junio terminó la guerra con no más de 300 ingleses que murieron en combate. Muchos veteranos  británicos manifestaron estar impresionados por la edad y la falta de recursos de los argentinos. Una vez más la dictadura derramaba sangre en nombre del patriotismo y el heroísmo, a través del engaño y la manipulación. Cuando trascendió a la opinión pública el desenlace, la guerra de Malvinas terminó precipitando el fin de la dictadura cívico militar.

Luego de 36 años el reclamo sigue vigente, las Malvinas son Argentinas. Pero también lo son cada uno de los hombres y cada una de las familias que enviaron a sus hijos al sur desconocido. Con ellos hay una deuda pendiente, aún 36 años después.