La controversia generada en la Comisión de Ambiente del pasado martes, donde la gerente del GIRSU, Mariana López Rey, denunció destrato, gritos e interrupciones por parte de concejales de la oposición, volvió a ser tema de debate en la sesión del Concejo Deliberante de este viernes.

En la hora de preferencia, la presidenta de la Comisión de Ambiente, Liza Arrúa Ziéssenis, tomó la palabra para expresar su postura sobre lo sucedido, destacando que “más allá de que se quiera minimizar, el trato es muy importante”. Señaló que, si la reunión se hubiera desarrollado en un marco de respeto, la funcionaria podría haber presentado con normalidad el informe preparado.

En ese sentido, valoró la profesionalidad de López Rey y lamentó que la conducta de algunos ediles haya impedido el desarrollo como corresponde. 

La concejal también hizo referencia a la intervención de su par Evangelina Chamorro, cuestionando que haya utilizado la hora de preferencia para leer un proyecto de declaración sobre lo ocurrido. “Ese es un trabajo interno del legislativo. Muchas veces evaluamos con doble vara lo que es importante y lo que no, de acuerdo a la ideología de cada uno”, afirmó.

Además, aclaró que la responsabilidad del destrato recayó únicamente en el concejal Martín Escalona, quien ya pidió disculpas públicas, pero fueron dos los concejales que le faltaron el respeto a la funcionaria, aludiendo directamente a Chamorro.

La presidenta de la comisión cerró su intervención llamando a la reflexión sobre la forma en que se desarrollan los debates dentro del Concejo, insistiendo en que el respeto debe ser el pilar fundamental para garantizar el buen funcionamiento.