"Las plazas llenas los fines de semana nos preocupan sobremanera" reconoció la dra. Julia Méndez, desde el Área Programática Esquel.

En contacto con Notas de Radio, recordó que con simples medidas de bioseguridad se cambia drásticamente el riesgo. Admitió que "nos llaman mucho vecinos del bulevar de calle Yrigoyen por este tema de que se reúnen demasiados jóvenes sin distanciamiento, ni barbijo, y compartiendo el mate. Y uno puede verlos al pasar".

"Hay que destacar que el esparcimiento está permitido, pero esa cantidad de gente que comparte elementos es la puerta de entrada del virus" explicó, para añadir que "es muy complejo para nosotros poner limitaciones por el dinamismo con el que se habilitan o modifican conductas, y esto trae confrontación".

Sobre las medidas que pueden tomarse, solo remarcó que "hay que concientizar a los más jóvenes sobre el otro, porque pueden volverse transmisores a personas como abuelos o su propia madre, que puede tener una enfermedad y están más expuestos".

Luego, se refirió a la permanencia del virus al aire libre y recordó que la presencia del sol no incide "No es como el virus Hanta que se inactiva con la luz solar o la circulación de aire. Esto hay estudios sobre cuánto dura en el papel, cuánto dura en el metal. Esa característica del virus es lo que lo hace transmisible. Hay un abanico de posibilidades. Esta es una enfermedad que ni siquiera tiene un año. Se van viendo cuestiones y medidas y la idea sigue siendo retardar esta enfermedad".

En este sentido, también recordó que "los juegos de plaza no están permitidos por decreto" justamente por esta permanencia del virus sobre las superficies.