José Luis Jiménez, investigador español, Profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, y uno de los máximos referentes mundiales del tema, aseguró que la vía de transmisión de coronavirus que mayor evidencia científica reunió durante este año de pandemia es la del aire.

El investigador repasó en diálogo con Télam algunos conceptos clave para mejorar los cuidados de cara a la segunda ola que enfrenta el país.

Coronavirus: Confirman que la principal forma de transmisión es por aire

Al ser consultado por las evidencia científica que se reunió sobre las tres formas reconocidas de contagio: por superficies, por gotas grandes y por aerosoles, señaló que ya lo han dicho los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) el año pasado y lo reiteraron fuerte esta semana: "el contagio a través de superficies es difícil y hay cero casos probados".

"En cuanto a las dos que nos quedan, la evidencia abrumadora está en el contagio por el aire, por respirar los aerosoles. Hay muchas pruebas de esto: los casos de supercontagio o la transmisión en larga distancia (por ejemplo en los hoteles de cuarentena como pasó en Nueva Zelanda), el hecho de que las personas sin síntomas (al no toser ni estornudar) simplemente emiten aerosoles y sabemos que contagian, o bien que la transmisión es mucho más alta en lugares cerrados que en espacios abiertos. Todo esto sólo se explica si el contagio se da a través del aire", dijo.

En este sentido, aclaró que no significa que el virus va a viajar kilómetros y va a venir a infectar. "Significa que de las personas infectadas sale como un humo invisible que puede contener el virus con capacidad de infectar. Ese humo son los aerosoles respiratorios, son partículas muy pequeñas, invisibles, que se quedan flotando en el aire".

Ahora bien. ¿Cuándo respiras mucho de los aerosoles del otro? En dos situaciones: cuando estás muy cerca, sobre todo sin mascarilla (barbijo), o cuando compartes el aire en una habitación cerrada, porque el espacio cerrado atrapa el aire que esa persona está exhalando. Son dos situaciones muy comunes y frecuentes.

En cuanto a como se puede disminuir el contagio, indicó que el primer punto es entender que todas las personas están exhalando este humo invisible y que nosotros tenemos que tratar de no respirarlo. Las medidas para reducir el riesgo no son tan difíciles, pero no se hacen. Lo primero es hacer todo lo que se pueda al aire libre, con distancia y con mascarillas. Las clases, las reuniones de trabajo, las familiares, todo debería hacerse en esas condiciones.

"La mascarilla tiene que estar bien pegada a nuestra cara, sobre todo alrededor de la nariz. Si todo el aire que respiramos pasa por la mascarilla, el virus puede quedar "pegado" a esa tela, mientras que si la llevamos con huecos no cumple bien el rol" explicó.

La mascarilla tiene que usarse siempre en interiores o cuando entramos en sitios donde ha habido alguien o vendrá alguien después (así no le dejamos virus). En exteriores, por ejemplo, en una terraza o en un patio, tengo que usarla si estoy a menos de dos metros de otra persona.

Resaltó que "si estoy en un espacio interior hay que reducir la cantidad de personas lo máximo posible y ventilar, que significa que el aire que está afuera ingrese y salga el aire contaminado. Si no se puede ventilar hay que filtrar; para eso hay aparatos específicos como los filtros hepa o filtros con ventilador que pueden funcionar bien".

Y debemos evitar dos tipos de cosas: técnicas químicas que usan iones, plasmas, hidroxilos, fotocatálisis, ya que son peligrosas porque pueden producir compuestos tóxicos; y también hay que evitar poner desinfectantes en el aire como ozono, agua oxigenada o dióxido de cloro, todo esto serviría para desinfectar superficies pero no para el aire; es peligroso.

Recordó que al principio de la pandemia se dijo mucho que se transmitía por contacto con superficies infectadas, entonces ver desinfectar las superficies da una sensación de seguridad que hoy sabemos que es falsa.

"Ese miedo quedó y ahora cuesta mucho sacarlo; lavarse las manos está bien, todos estamos de acuerdo en esto, pero limpiar obsesivamente las superficies no ha servido para nada. Y esta es responsabilidad, en parte, de la OMS".

Respecto al uso de barbijo, dijo que si estás al aire libre sin nadie al rededor no es necesario utilizarlo pero "si estás caminando por una ciudad y la gente te pasa al lado, o estás en un bar o en una terraza con amigos, sí. Uno tendría que imaginarse que el resto está fumando y que, en la medida que uno puede sentir el olor del cigarrillo, entonces puede estar respirando los aerosoles que el otro exhala".

Fuente: Télam.