Esta semana se realizó la última edición del curso de manipulación segura de alimentos programada para este año. De esta manera, en el 2023 la propuesta impulsada por el departamento municipal de Bromatología de Esquel se dictó en diez ocasiones y participaron alrededor de 2000 personas. 

Benjamín Lobos, responsable de este sector municipal, consideró exitoso el plan de formación y agradeció a los efectores de la cadena agroalimentaria por su compromiso y participación.

En este sentido, señaló los indicadores asociados a la correcta manipulación de alimentos y destacó que durante los años 2022 y 2023 se siguieron indicadores estadísticos de aplicación de buenas prácticas de manipulación de alimentos en la ciudad, arrojando resultados compatibles con una mejora en el estándar de calidad de los alimentos locales:

+ Para el caso del índice de cantidad de alimentos destruidos por el área de Bromatología por no ser aptos para consumo, la cantidad de kilos se redujo en un 50 %.
+ Para el caso de cantidad de diarreas que requirieron internación, la incidencia viene mostrando signos de reducción mantenida, aunque aún no se cierra la estadística anual.

“Hay una mejora en la salubridad de los alimentos que están a la venta en la ciudad, y eso se ve reflejado en las estadísticas de salud. También disminuyó la cantidad de alimentos en mal estado que se encuentran en los comercios. Además, con nuestro trabajo estrechamos el vínculo con los gastronómicos, y colaboramos a que se comprenda que el inspector es un agente de mejora y a favor de la salud, que está tratando de dar valor agregado a los productos”, indicó.

Lobos valoró el trabajo que se desarrolló, donde la participación fue muy buena y señaló que en Esquel se calcula que hay entre 2500 y 4500 personas que manipulan alimentos con fines comerciales y llevan más de 2000 personas capacitadas.

Además, destacó que capacitaron a personas que no manipulan alimento con fines comerciales, sino que se desempeñan en las cocinas de hogares de ancianos, escuelas, jardines y comedores. 

Otro aspecto sobresaliente que remarcó el responsable de Bromatología es la relación de los gastronómicos con el ámbito turístico, "es muy importante que cuando el turista prueba la gastronomía del lugar se lleve una buena experiencia, y nuestra labor como formadores de manipuladores de alimentos contribuye a mejorar la calidad de los alimentos” concluyó.