El tribunal conformado por Jorge Criado, Martín O'Connor y Ricardo Rolón, absolvió al acusado de abuso sexual agravado contra una menor de 12 años porque en el debate no se logró probar la existencia de los hechos con el grado de certeza necesario para arribar a una condena.

Durante el debate se analizaron todos los indicios y la falta de elementos que aporten mayor certeza de credibilidad al testimonio de la víctima brindado en Cámara Gesell.

La decisión del tribunal tuvo muy en cuenta la falta de indicios de credibilidad observada por las profesionales de la psicología intervinientes.

El abuso sexual es uno de los delitos que presenta mayor dificultad probatoria por producirse en la intimidad teniendo como testigos, en la mayoría de los casos, al autor y la víctima. Por esta particularidad cobra relevancia la declaración de la víctima que es sometida a pericia psicológica forense para establecer el valor probatorio que esta ofrece.

En el caso concreto, los jueces tomaron en consideración la falta de referencias precisas (no se espera que estas sean exactas, pero sí de cierto nivel de detalle) respecto del cómo, cuándo y dónde se produjeron los hechos denunciados. Estos elementos deben surgir del relato de la víctima y encadenarse con el resto de indicios colectados mediante prueba material y/o declaraciones de testigos indirectos.

En el caso intervinieron dos psicólogas. Luego del estudio del caso ambas encontraron que la declaración resultó de credibilidad indeterminada, por lo que "no se puede desde la psicología validar la credibilidad del relato".

Tampoco resultó precisa la fecha de los hechos denunciados para el Tribunal, al analizar de modo conjunto lo que surgió de las declaraciones testimoniales. "Objetivamente no verificó el tribunal que hubiera habido una oportunidad para el abuso", indicaron en el veredicto. De este modo fallaron absolviendo, sin costas.