Se realizó esta semana un juicio por jurados por dos hechos de abuso sexual con acceso carnal, en contexto de violencia de género. Ambos hechos tuvieron lugar en 2022. 

El Fiscal Carlos Díaz Mayer, pidió la imposición de 20 años de prisión, declaración de reincidencia y que se revoque la libertad condicional que gozaba al momento de cometer los hechos. El juez técnico, Carlos Richeri se tomó el plazo legal para dictar sentencia.

Daniel Napal fue encontrado culpable por el jurado popular, luego de escuchar toda la prueba que se presentó en el juicio. 

A continuación, tuvo lugar el debate por la pena, ya sin el tribunal popular, sino únicamente con el juez técnico. La Fiscalía pidió una pena elevada, tuvo en cuenta las características de los hechos y las del autor. Díaz Mayer requirió la declaración de reincidencia y la revocación de la libertad condicional gozada desde el momento de los hechos hasta la fecha en que completó el plazo de esa condena.

Actualmente el imputado cumple prisión preventiva vinculado a la investigación de otro hecho grave. La Fiscalía lo llevará a juicio por la desaparición de José Crettón.

Uno de los imputados por el homicidio de Cretton fue condenado por abuso sexual agravado

Napal y un prontuario frondoso

No es la primera condena que tiene Daniel Napal por un caso similar ya que fue condenado en el año 2014 a 7 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal en contexto de violencia de género.

En ese año, el tribunal compuesto por los Dres. Anabel Rodríguez, Ricardo Rolón y Jorge Criado, encontró culpable y condenó a 7 años de prisión a Daniel Napal por hechos que ocurrieron en jurisdicción de El Hoyo. 

En el momento de los hechos Napal tenía 32 años y la víctima solo 13. Las agresiones sexuales se mantuvieron por casi un año, hasta que la joven no soportó más y le confió a una amiga algunos detalles del horror que estaba viviendo. 

Cuando se enteró su familia la madre la llevó al hospital y luego a la comisaría a formalizar la denuncia. La muchacha había logrado superar el miedo a que se hicieran realidad las amenazas de muerte del agresor que cada vez se presentaba más violento.

Los jueces encontraron creíble el relato de la víctima y de los testigos y condenaron a Daniel Napal.